El alcalde, José López Orozco, y otros miembros del gobierno local se desplazaron a San Marcos a mediodía de ayer para comprobar personalmente la importancia de los restos. Allí siguieron con notable atención las explicaciones tanto del arqueólogo que controla las excavaciones en la citada obra, Celso Rodríguez, como de la responsable del departamento de Arqueología del Ayuntamiento, Covadonga Carreño.
Los restos del acueducto se descubrieron al abrir una zanja siguiendo los cimientos originales del edificio (hospital de Isabel II) que hoy ocupa la Diputación. Inicialmente se preveía un edificio más grande, que debía lindar con la calle; finalmente se retranqueó, pero quedaron los cimientos. Al construirlos en su momento, cortaron lo que fue la base del acueducto. En el perfil de la zanja se aprecian claramente dos zonas diferenciadas pero superpuestas. La inferior es claramente romana y se trata de un material tan sólido como el actual hormigón.
Sobre él, hay una capa de lajas, que, como se puede ver en el tramo descubierto, parece una calzada estrecha. Esta parte podría corresponder ya al acueducto del siglo XVIII. De momento los arqueólogos no se atreven a señalar si en este tramo, sobre la citada base, el canal que conducía el agua discurría enterrado o semienterrado o si por el contrario estaba situado sobre pilastras.
- A la vista
Todo parece indicar que los restos hallados quedarán expuestos in situ en el marco de la nueva plaza de San Marcos. Así lo apuntó el alcalde, José López Orozco; en la misma línea, la arqueóloga municipal, Covadonga Carreño, señaló que el trabajo hecho en materia de estudio de cristales y ventilación para exponer la piscina de la plaza de Santa María resultarán muy útiles para mostrar los restos del acueducto.
El arqueólogo Celso Rodríguez también indicó que en esta misma zona se localizan restos de distintos tipos de cerámica de época romana.
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