martes, 16 de noviembre de 2010

FILOSOFÍA II - El difícil siglo IV a.C.: la transición hacia la época helenística.

Si el siglo V a.C. había sido el siglo de Pericles, el siglo IV podríamos llamarlo "el siglo de Alejandro", con él cambió el mundo tal y como los griegos los conocían hasta el momento y de no haber muerto cuando apenas tenía 32 años, en el 323 a.C. el mundo habría sido también distinto. ¿Qué habría pasado si Alejandro hubiera ido hacia Occidente, y se encontrase con Carthago y Roma?

Para el repaso histórico de esta época echaremos mano, de nuevo, de una cronología básica:


404 a.C. Esparta derrota a Atenas en la Guerra del Peloponeso. Atenas es obligada a adoptar el gobierno de los oligarcas, los Treinta Tiranos.

403 a.C. Se reinstaura la democracia en Atenas.

399 a.C. Comienzo de las guerras entre Esparta y Persia. Muerte por cicuta de Sócrates en Atenas.

395-387 a.C. Guerra de Corinto. Alianza de Corinto, Atenas, Argos y Tebas contra Esparta.

394 a.C. Los persas derrotan a Esparta en la batalla de Cnido.

387 a.C. La Paz del Rey, negociada por los persas, pone fin a la Guerra de Corinto. Las colonias jonias pasan al dominio persa. Primer viaje de Platón a Siracusa para educar a Dionisio el Viejo. Tras la dificultosa vuelta abre la Academia.

384 a.C. Aristóteles nace en Estagira, al norte de Grecia.

377 a.C. Atenas reconstituye la Segunda Confederación Ateniense

371 a.C. Los tebanos, con Epaminondas al frente de su Batallón Sagrado, derrota a Esparta en la batalla de Leuctra.

367 a.C. Segundo viaje de Platón a Siracusa a requerimiento de su amigo Dión.

367 a.C. Un joven Aristóteles, con apenas 17 años, llega a Atenas para estudiar en la Academia.

362 a.C. Esparta y Atenas vencen a Tebas en la batalla de Mantinea.

361. a.C. Último viaje de Platón a Siracusa. Tras su vuelta, ya concentrado en la Academia, torna sus reflexiones más utópicas.

359 a.C. Filipo se convierte en rey de Macedonia.

357 a.C. Fin del Segundo Imperio Ateniense.

348. a.C. Muerte de Platón. Aristóteles deja Atenas.

343-340 a.C. Aristóteles dedica tres años a la formación de Alejandro de Macedonia en la capital del reino, Pella.

340 a.C. Los estados griegos constituyen la Liga Helénica contra Filipo.

338 a.C. Filipo derrota a la Liga Helénica en la batalla de Queronea y se convierte en el gobernante de Grecia.

337 a.C. Todos los estados griegos, excepto Esparta, forman la Liga de Corinto, dirigida por Filipo. La liga declara la guerra a Persia.

336 a.C. Filipo muere y le sucede su hijo Alejandro.

335 a.C. Una vez que Alejandro sube al trono Aristóteles funda el Liceo en Atenas, como alternativa filosófica a la Academia y a las demás escuelas filosóficas de la época.
Restos actuales del Liceo (ver noticia)

332 a.C. Alejandro conquista Fenicia, Samaria, Judea, Gaza y Egipto.

331 a.C. Esparta se une a la Liga de Corinto. Alejandro derrota a los persas en la batalla de Gaugamela.


327 a.C. Alejandro conquista Persia y llega hasta la India.

323 a.C. Muerte de Alejandro en Babilonia.

322 a.C. Muerte de Aristóteles en Eubea.

323-322 a.C. Guerra de Lamía. Los estados griegos luchan por su independencia contra los macedonios pero son vencidos.

323-281 a.C. Guerras de los diádocos (sucesores de Alejandro).

301 a.C. Batalla de lpso. Se fundan los reinos de díádocos rivales.


Grecia empezó el siglo IV a. C. bajo hegemonía espartana, pero estaba claro desde el principio que era débil. Una crisis demográfica privó a Esparta de parte de su población y tal y como estaba estructurada la sociedad espartana los hipotéticos afanes imperialistas que pudieron tener por entonces desaparecieron de raíz.
Hacia 395 a. C. Atenas, Argos, Tebas y Corinto sentían que podían desafiar el dominio espartano, pero la guerra de Corinto (395-387 a. C.) poco cambió la situación.

La hegemonía espartana duró 16 años más hasta que, al tratar de imponer su voluntad sobre los tebanos, los espartanos sufrieron una derrota decisiva en Leuctra (371 a. C.). El brillante general tebano Epaminondas condujo su Batallón Sagrado hacia el Peloponeso, donde otras ciudades-estado desertaron de la causa espartana. Por lo tanto los tebanos pudieron marchar a Mesenia y liberar la población. Privada de sus tierras y sus siervos, Esparta se deterioró y se convirtió en una potencia de segunda clase.

La nueva hegemonía tebana duró poco tiempo; en la batalla de Mantinea en 362 a. C., ante una insólita alianza entre Atenas y Esparta los tebanos perdieron a su líder clave, Epaminondas, y muchísimas tropas, aunque salieron victoriosos en la batalla. De hecho, todas las ciudades-estado perdieron bastantes hombres, de manera que ninguna pudo restablecer su dominio.

Ante la imposibilidad por parte de ninguna polis de llevar a buen puerto los afanes hegemónicos muchos filósofos se cuestionarán en este momento el ideal de la polis, ya que la autarquía, su elemento más característico, puesta en práctica en las asambleas ciudadanas, se pierde en favor de los compromisos y deberes que imponen las alianzas o los grandes imperios. De esta manera, impotente ante la nueva política la filosofía gira hacia preocupaciones más personales e individualistas. s Las nuevas escuelas filosóficas tienen como objetivo principal la búsqueda de la felicidad y para eso proponen un ideal de sabio. Ahora los ciudadanos de las πόλεις ya no viven en unas comunidades políticas en las que pueden participar activamente. Esta falta de arraigo en la ciudad se reflejará en varios aspectos de la filosofía helenística:
  • por un lado, el cosmopolitismo, la superación del amor por la propia comunidad mediante la reivindicación del mundo entero como patria.
  • por otro lado, el individualismo, la creencia de que la felicidad del individuo no coincide necesariamente con el bien del Estado y la comunidad en su conjunto. Este individualismo está muy lejos de los ideales morales y políticos de la época clásica.
En definitiva, ahora ya no se trata de diseñar un proyecto común para la sociedad (política) sino de encontrar un modo de vida que permita el "vivir ben" en pequeños grupos o individualmente. Irán surgiendo así las escuelas helenísticas: el estoicismo, el epicureismo, el cinismo y el escepticismo.

A lo largo del siglo se podrá apreciar esta evolución giro en la proyección intelectual del hombre griego: de miembro de la comunidad (πολίτης) a ciudadano del mundo (κοσμοπολίτης): de estar volcado en la vida pública pasa a la reflexión detallada de su mundo interior. Y esta introspección lleva irrevocablemente a un tipo de arte nuevo, más reflexivo en lo emocional y mucho más pendiente de los detalles y los barroquismos formales, especialmente cuando éstos transmiten con sensible patetismo los sentimientos más extremos:


"No obstante, el período es muy rico en el plano intelectual; soluciones jurídicas (Demóstenes), propuestas utópicas (Platón) y reflexiones filosóficas (Aristóteles) se desarrollan en paralelo con las tensiones sociales y los fracasos militares".
Françoise Ruzé y Marie-Claire Amouretti, El Mundo Griego Antiguo, Akal, 1978.

Este impulso por la reflexión se puede comprobar con el enorme desarrollo que sufren las escuelas filosóficas. Llama la atención las distintas tendencias que se llegan a alcanzar: desde la búsqueda de la perfección que se deduce en Platón hasta la fascinación por lo pequeño que confiesa Aristóteles.

"Todo tiene su encanto, pues, aunque de los seres pequeños comprendemos en pequeño, sin embargo, son más agradables de observar y nos dan la posibilidad de comprender todo lo que nos rodea. Muchas veces es más grato observar las pequeños seres que ver otras muchas cosas en su plenitud. Y gracias a éstos se puede llegar a la cima del conocimiento".
Aristóteles, De las partes de los animales, 644b, 22 y ss.
Es como si Aristóteles siguiera el curso de la evolución del arte plástico, el cual se detiene, como decíamos antes, en el la fascinación por el detalle.

La situación de debilidad de Grecia central coincidió con el surgimiento de Macedonia, encabezada por Filipo II. En veinte años, Filipo había unificado su reino, mientras lo ampliaba hacia el norte y el oeste a costa de tribus ilirias y conquistaba Tesalia y Tracia. Sus éxitos en parte se debían a sus muchas innovaciones militares. Filipo solía intervenir en los asuntos de las ciudades-estado del sur, culminando en su invasión de 338 a. C. Al derrotar decisivamente al ejército aliado de Tebas y Atenas en la batalla de Queronea, se convirtió en el hegemón de facto de toda Grecia. Obligó a la mayoría de las ciudades-estado a unirse a la Liga de Corinto, aliándolas a él y previniendo que lucharan entre sí. Luego Filipo entró en una guerra contra la Dinastía Aqueménida (persas), pero fue asesinado por Pausanias de Orestis a principios del conflicto.

Alejandro, heredero de Filipo, prosiguió la guerra. Alejandro derrotó a Darío III de Persia y desmanteló completamente la dinastía aqueménida, anexionándola a Macedonia y ganándose el epíteto de «Magno». La conquista de toda Grecia, Persia y Egipto por los macedonios terminó con la independencia y libertad de las ciudades–estado; pero de la misma manera sirvió para transmitir la cultura helénica a otros ámbitos geográficos como Alejandría o Rodas. Esto se explica así: el imperio sólo tenía un estandarte político-administrativo (él mismo, como "hijo de Zeus", tal y como se hacía proclamar) pero también cultural (lo helénico se extendió por todo este vasto territorio).
Cuando Alejandro murió en 323 a. C., el poder y la influencia de Grecia estaban en su apogeo. Sin embargo, había habido un cambio fundamental, fuera de la fuerte independencia y la cultura clásica de las poleis, y hacia la cultura helenística en vías de desarrollo. La unidad política se había perdido, pero el estandarte cultural permaneció enhiesto durante siglos.