lunes, 16 de mayo de 2011

FILOSOFÍA II - Nietzsche, el nihilismo y la revolución de Matrix

El nihilismo activo de Nietzsche es un signo de fuerza. Por un lado, cuando el hombre se da cuenta de que los viejos valores supremos ya no constituyen una guía para la vida, por otro, se carece de fuerza suficiente para producir nuevos valores. Su fuerza reside en su potencia destructora. Representa la segunda metamorfosis necesaria para la llegada de los nuevos tiempos.
El nihilismo activo se identifica también con la figura del “hombre que quiere perecer”. Este quiere desaparecer para que sea posible el advenimento del superhombre. Su autodestrucción es activa en cuanto está al servicio de la creación de nuevos valores, del advenimento del superhombre.
La única grandeza que Nietzsche encuentra en el hombre actual, aún preso del nihilismo, es que sea un puente para el superhombre. Pero para eso es necesario que quiera perecer pues toda auténtica creación requiere una previa destrucción.
En nuestra época el nihilismo es sobre todo un estado intermedio que tiene un carácter patológico en cuanto supone la desaparición de las viejas tablas de valores sin haber creado aún un nuevo mundo. El nihilismo será vencido cuando se sustituya el no por la afirmación. La crítica del sistema de valores establecidos sólo es radical cuando se hace desde la perspectiva de una transvaloración, de una forma nueva de concebir el fundamento de los valores. Esto da lugar a la paradoja de que se tiene que destruir el viejo mundo sin disponer aun de un proyecto del nuevo.
Ésta es la base sobre la que ha de construirse, según Nietzsche, la nueva filosofía. El hombre provoca, en primer lugar, la muerte de Dios, sin apenas darse cuenta de eso. En segundo lugar, el hombre toma conciencia plena de la muerte de Dios y se reafirma en ella. En tercer lugar, y como consecuencia de todo el anterior, el hombre se descubre a sí incluso como responsable de la muerte de Dios descubriendo, al mismo tiempo, lo poder de la voluntad, e intuyendo la voluntad como máximo valor.